Cuando hablamos de Millennials hablamos de personas que ponen sobre el escritorio sus pasiones y con ello crean una estructura de integridad en el empleo y es por ello que, debido a esa comunicación, crean soluciones y nuevos conceptos para los procesos en cuanto a la flexibilidad de la comunicación y del empleo como tal, por supuesto. Pero, lo que hay que aprender de la generación Z, quizá, es la responsabilidad social de la empresa, el respeto y cuidado por el gran medio ambiente cuya exigencia de ese respeto se lograba como fuera posible. Esto es el futuro.
Los cambios a futuro y profundos garantizan la fuerza de laboral que poco a poco se va levantando con la firme decisión de cómo lograr las cosas en vez de pensar qué se va a lograr. Claramente el mercado laboral está cambiando en la adaptación, flexibilidad y oportunidad de esa reinvención constante. La idea es una revolución de oportunidades que generarán la fuerza necesaria para crear ese movimiento refugiados, de igual manera, en la tecnología. Si más del 40% de empleados han manifestado que tienen problemas para adaptarse con el horario de trabajo pues, hay que eliminar de raíz la estructura de pensamiento que hasta ahora se había venido implementando. La poca flexibilidad crea precisamente este comportamiento. Por lo tanto hay que darle la bienvenida a la diversidad, a las culturas que, aunque se lea contradictorio darán una versátil identidad a la empresa y a la idea que se elabora.
Hay que recalcar que para poder surgir notablemente en el futuro se debe contar con una colaboración de personas que, desde su pasión, muestren interés para que con su liderazgo y gestión de equipos puedan generar un compendio de proyectos en base a la transformación a bien. El Networking resulta de gran utilidad ya que nos proporcionan demostrar nuestras actitudes en lo que se refiere al desempeño de las actividades en pro de lo laboral en las distintas habilidades que podamos manejar. También es necesario aclarar que los embajadores de las marcas, de las empresas son piezas claves para impactar de forma loable en el avance de la empresa como tal y con ello impulsar el marketing como fuerza productiva. Sin duda las posibilidades cada vez más crecen en el ámbito de dar valor agregado, cosa que se convierte en un reto porque los nuevos talentos no están tan enfrascados en cuento van a ganar sino en eso más el valor que podrán darle a la empresa. Esto es el futuro.